lunes, 15 de diciembre de 2008

CUENTO, una exposición colectiva








No sabremos nunca cuándo se contó la primera historia, el primer cuento. Tampoco si tenía un feliz final, o acababa en tragedia. Ni si su objeto era enseñar o transmitir algo al que lo oía, o sólo tenía como único sentido entretener, o hacer dormir a un niño.


Hace mucho tiempo, eso sí lo sabemos. El fuego debía estar encendido, y al calor del hogar, la familia, o el clan, o la tribu, se reunía a escuchar al anciano, al chamán, al sabio, al abuelo. Debía ser, imagino, una historia llena de misterio, de luz de luna, de imágenes incomprensibles muchas veces. Trataría sobre el pasado del grupo, sus migraciones, sus luchas contra otras tribus, sus dioses, sus creencias. Se representaría más que se contaría, y entre muecas y aspavientos el relator sería el protagonista de una noche fantástica, en la que se olvidarían por un tiempo las carencias del grupo.


Estas historias nunca serían escritas, o si lo fueron nunca llegarán a nuestros oídos. La tradición era muy probablemente sólo oral, y el círculo en el que la historia se contaba se limitaba al grupo más cercano. Es posible que, con la aparición de otras estructuras sociales, las historias fueran un 'objeto' más de intercambio entre los distintos grupos, sin autor conocido, sin origen preciso. Es posible que este fuera el embrión de los relatos mitológicos. O es posible que en mis divagaciones esté iendo demasiado lejos...


También es posible que las primeras historias surgieran antes de que lo hiciera el lenguaje avanzado, y que las primeras expresiones del cuento fueran las pinturas rupestres. Es otra posible teoría, o divagación...




Ahora, queremos que el cuento se vuelva gráfico de nuevo. Este es el objetivo de esta exposición.
Autor del cartel: El Niño Inquieto